Tribu de Vikingos

Bienvenido a la Tribu, Vikingo.

Si has llegado hasta aquí es porque eres un hombre que quiere lucir su mejor versión.

Y así somos los vikingos, somos hombres que buscamos día a día  mejorar en todos los aspectos de nuestra vida.

Buscamos mejorar en nuestras finanzas, nuestras relaciones de pareja, familiares y de amigos, nuestra salud,  nuestra espiritualidad y nuestra apariencia física. 

Cuando nos vemos bien, nos sentimos bien, tenemos mejor seguridad y lo proyectamos al mundo en todas las cosas que hacemos.

Y para mejorar tu apariencia física estamos en Ragnarök, queremos ayudarte a lucir mucho más atractivo y masculino.

  

Qué tal Vikingo, soy René Arévalo, llevo ya más de 3 años con este proyecto llamado Ragnarök, el cual se ha consolidado como la marca #1 en México de productos para Barba, y todo esto gracias a ustedes. Pero no todo ha sido fácil, normalmente solemos ver el resultado, pero no vemos todo lo que hay detrás.

 

Comencé a emprender como lo hace más del 99% de la gente, por necesidad. Y sin el mínimo conocimiento sobre negocios.

 

Estudié Licenciatura en Educación Primaria, toda mi familia se dedica a lo mismo. Al poco tiempo de haber egresado me casé con Carolina, una extraordinaria mujer, al año tuvimos a nuestro primer hijo, Santiago, y vivíamos una vida tranquila, un trabajo seguro y estable y la ilusión de comenzar a construir una familia. A los pocos meses me dejaron de pagar, pensé que era algo pasajero pero en total no recibí un sueldo por 10 quincenas, si estas casado y tienes hijos no me dejarás mentir que no hay nada más estresante para un hombre que el no ser capaz de proveer a tu familia de las necesidades más básicas.

No quiero aburrirte contándote toda la historia, en algún momento lo haré. Pero esos instantes de crisis es cuando tienes dos opciones, hundirte o salir adelante.

Después de que me volvieron a pagar en mi trabajo de maestro sabía que no podía depender sólo de un ingreso, así que ahí comenzó esta travesía del emprendimiento.

Comencé vendiendo pañales ecológicos y artículos para bebé, inclusive en la desesperación llegué a vender dulces a fuera de mi casa.

Después pedí informes de productos para barba de marcas mexicanas y comencé a distribuir sus productos, estudié mucho todos los días sobre negocios, superación personal, marketing y ventas. 

Una vez siendo distribuidor de estas marcas nacionales, comencé a ver las carencias que teníamos en México en comercio electrónico: muy mala atención a clientes, productos caros que no cumplían su función, productos baratos que dañaban tu piel y tu salud, productos que prometían cosas que no cumplían y marcas que sólo les interesaba vender.

Ahí comenzó mi obsesión por crear algo diferente.

Fueron varios meses de pruebas y experimentos apoyado con un laboratorio, hasta que saqué mi propia marca, en la cual seguimos sacando más productos y mejorándolos.

Al principio esta marca tenía otro nombre, que seguramente a ti te haya tocado conocer. Pero en el 2020 tuvimos un crecimiento demasiado acelerado, el cual nos hizo evolucionar. Comencé el 2020 siendo yo sólo quien atendía todo los detalles del negocio, yo respondía mensajes, preparaba paquetes, llevaba a la paquetería, daba seguimiento, negociaba con proveedores, buscaba distribuidores, era el dueño y hacía el aseo.

Pero esta revolución me llevó a contratar a mis primeros trabajadores, que más que trabajadores los considero mi familia. Terminamos el 2020 con un personal de 6 personas, que tal vez sean pocas, pero ya tengo la responsabilidad de brindar un soporte para 6 familias, que gran parte de ellos se habían quedado sin trabajo por la pandemía.

En este comienzo 2021 están por incorporarse 3 personas más, y tengo el objetivo de terminar el año con un equipo de 20 personas.

Este cambio tan frenético me hizo reconsiderar el camino a futuro del negocio, y me replantee la misión que tenía. No quiero que se considere la marca como una más, no quiero ser un negocio que sólo busca vender, quiero buscar algo más, una verdadera hermandad, una Tribu.

De ahí viene el cambio de nombre. Ragnarök, en la mitología vikinga, es una batalla final que pelearon los dioses nórdicos contra en mal. Yo me considero un vikingo, y sé que tú también lo eres, somos vikingos que salimos día con día a luchar por ser mejores hombres. Tal vez ya no peleamos con hachas, conquistamos tierras y hacemos sacrificios a Odín, pero sí tenemos ese espíritu aventurero y salimos a conquistarlo todo.

 

Para pertenecer a la Tribu de Vikingos no tienes porque comprar a Ragnarök, es más, ni siquiera importa si no te gusta la barba, por el simple hecho de ser hombre ya eres más que bienvenido.

 

Bienvenido a la Familia.

 

Tu hermano, René